Encurtidos y lactancia
Aunque ya conocemos que los encurtidos son uno de los tentempiés que más se les antojan a las embarazadas, no durante todas las fases de la concepción y primeros cuidados del un bebé se pueden consumir de la misma forma.
Los encurtidos contienen ácidos grasos Omega-3 que son muy importantes para el desarrollo del cerebro y el sistema nervioso del bebé durante la gestación. Además, el consumo de vinagre alivia a la madre con el malestar estomacal y la fibra le ayuda con la digestión. Por eso durante la etapa de gestación, sí que se recomienda su consumo de forma moderada.
Una vez ha terminado el embarazo, llegan los primeros cuidados y las mujeres que deciden dar de amamantar a sus hijos, cada vez tienen más en cuenta los procesos químicos que suceden en su cuerpo durante esta etapa para que esa leche sea de la mejor calidad. La época de lactancia es una época en la que el cuerpo de la mujer hace un esfuerzo por producir una leche alta en vitaminas y se ajusta para crear un alimento que refuerce el sistema inmunológico del niño.
Pero, ¿el consumo de encurtidos varía el sabor de la leche materna?
El líquido en el que se mantienen los encurtidos, conocido como salmuera, es un líquido con un olor característico que, como casi todos los alimentos durante esta etapa, es capaz de cambiar el sabor de la leche materna.
En su fabricación se utiliza vinagre, diversas especias y sal. A pesar de que los beneficios de los encurtidos continúan siendo los mismos, durante esta época hay que cuidar las cantidades de sal, ya que pueden conducir a una retención de líquidos. Por eso, existen una serie de pautas a la hora de consumir encurtidos. Durante el período de lactancia se recomienda evitarlos hasta que el niño tiene 4 meses al menos y los primeros meses antes de retomar el consumo "normal" es recomendable consumirlos en pequeñas cantidades.
Una vez el periodo de lactancia terminado, no hay problema en recuperar el ritmo habitual de consumo de encurtidos. No obstante, desde Végola siempre recomendamos ante cualquier duda, consultarlo con un experto, en este caso el /la pediatra sería la persona de referencia para resolver cualquier duda.