Historia de la tapa
España es un país que destaca por su cultura gastronómica. Y es que poca gente puede no pensar en jamón, tortilla de patata o aceite de oliva cuando le preguntan por los platos tradicionales. Pero además de esos alimentos, hay muchas otras cosas que nos representan, ¡como las famosas tapas!
Sí, las tapas, esas pequeñas cantidades de comida que se sirven en los bares españoles para acompañar a la bebida y que hacen que lleguemos sin hambre a la hora de comer. ¿Las conoces, verdad? Seguramente las hayas disfrutado en muchos momentos de tu vida, pero quizás todavía no sepas su origen.
Hay diferentes referencias acerca de cuándo empezó esta costumbre, empezando por la época del Quijote hasta llegar al rey Alfonso XIII.
Ya con Alfonso X el Sabio, en épocas en las que convivían judíos, musulmanes y cristianos en la península, surgen las primeras suposiciones acerca del origen de las tapas. Se dice que el rey estaba sometiéndose a un tratamiento médico que incluía el consumo regular de vino y, para evitar embriagarse con él, ordenó que siempre le sirvieran la bebida con algo de comida.
Miguel de Cervantes, en el Quijote, también hablaba de esto en la escena en la que el caballero andante y Sancho Panza se encuentran con unos peregrinos que iban “bien proveídos, a lo menos de cosas iniciativas que llaman a la sed a dos leguas”. Esas iniciativas de las que habla el escritor se refieren a embutidos, quesos o aceitunas que eran bastante salados y provocaban sed a quien los comía, por lo que se acompañaban de alguna bebida.
Aunque la anécdota más extendida se remonta a los tiempos del Rey Alfonso XIII, cuando el monarca visitó Cádiz. Durante su estancia en esa ciudad, hizo una parada en Ventorrillo del Chato, un bar que todavía existe, en una playa entre Cádiz y San Fernando. El rey pidió una copa de vino de Jerez y uno de los camareros, viendo que el fuerte viento que corría podía llenar de arena el catavinos real, decidió cubrirlo con una loncha de jamón. Aunque se sorprendió por la ocurrencia del camarero, Alfonso XIII comió jamón, bebió su vino y pidió otra copa “con una tapa igual”.
Tras esa primera loncha de jamón comenzó esa cultura que seguimos manteniendo a día de hoy y que ya en 1936 se incluyó por primera vez en el diccionario de la RAE. Aunque fue en la posguerra cuando se popularizó el término ya que resultaba más barato que comer varios platos completos. Actualmente podemos encontrar tapas, pintxos o poteo por todo el panorama nacional, aunque sin duda, hay ciudades como Málaga, Granada, Madrid, Sevilla, Córdoba o San Sebastián donde destacan especialmente.
Nosotros te proponemos nuestras tapas favoritas con encurtidos para que las prepares en casa. Pero cuidado, porque se convertirán en tu perdición.
Tostas de salmón con alcaparras y tomate seco
Estas tostas se convertirán en tu mejor aliado durante el aperitivo, ¡te lo prometemos!
Empezamos preparando el pesto. Para ello trituramos las alcaparras Végola junto con los piñones, los anacardos, el parmesano, aceite de oliva, sal, pimienta y reservamos.
Continuamos con las tostas. Así que doramos ligeramente las tostadas en una sartén y disponemos el queso fresco sobre las mismas. Les agregamos el salmón ahumado, las aceitunas negras laminadas y el tomate seco en porciones.
Decoramos con alcaparras Végola y terminamos las tostas con el pesto de alcaparras. ¡Es momento de disfrutar!
Mazorquitas de maíz asadas con salsa picante
Un snack muy crujiente con el que disfrutar en el afterwork o durante el vermú. ¿Te apetece probarlo?
Para hacer las mazorquitas de maíz asadas, derretimos la mantequilla cortada en dados y junto con el zumo de medio limón, las 2 cucharadas de miel, la sal y el pimentón a un bol. Removemos todo bien.
A continuación, colocamos las mazorquitas de maíz en una bandeja de horno, pincelamos cada mazorca con la mezcla anterior y horneamos durante 15 minutos a 190 ºC.
¡Es hora de preparar la salsa picante! Así que picamos la cebolla y los pepinillos finamente y los juntamos en un bol. Añadimos los yogures, la mermelada y mezclamos el conjunto.
Emplata en un bol, acompaña con las mazorquitas y decora con cilantro fresco. ¡Ahora toca llamar a los amigos para que vengan a disfrutarlas contigo!
Después de conocer el origen de las tapas, seguro que ahora te apetece aún más tomarte una. ¿Conocías el origen de esto tan nuestro? ¡Cuéntanos en los comentarios cuál es tu tapa favorita!